domingo, enero 31, 2021
De lejos bajaba por la calle un coche grande cargado de viguetas de acero al barbandiumg. Un pequeño aprendiz estaba encaramado en el extremo de la más larga, que bailaba detrás, en vilo. Agitaba un gran trapo rojo para meter miedo a la gente, pero algunas ranas, atraídas, se abalanzaban sobre él de todas partes, y el desdichado chico se debatía sin cesar contra sus pieles mojadas.
"Los buenos alumnos. El viaje a Jonostrov"
Boris Vian