jueves, mayo 17, 2007

Abierta


Me miras y me liberas,
aunque yo me haya cerrado como en un puño.
Tú me abres siempre, pétalo a pétalo,
como la primavera abre, misteriosamente, la primera rosa.
No se lo que hay en ti que se abre y se cierra;
Pero algo me dice que la voz de tus ojos es más profunda que todas las rosas.
Nadie, ni siquiera la lluvia, tiene las manos tan pequeñas.

E.E. Cummings

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1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

tremendamente bello, hipnotico, mezcla perfecta de frio y calorr

12:39 a. m.  

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