viernes, mayo 09, 2008

Puertas

Una puerta que se cierra

A pesar de todo
nos gusta escuchar
el eco repetido mil veces
de una puerta que se cierra.
Que cerramos de golpe.
Como si nos escapamos.
Como si mudamos la piel.
¡Al fin!
Libre de las redes
Que tejimos a cuatro manos
Detrás de una puerta que se cierra.

Pero resulta
que a veces queremos volver
Aunque sólo sea
Para escuchar el golpe
de una puerta que se cierra.
Sin tocar.
Sin llamar.
Sólo entrar como si volviéramos del mercado
o después de perder el último autobús
que lleva a la ciudad
que siempre estamos por conocer.

Entrar y revolver los rescoldos
de ascuas nocturnas
que nos sobraron ayer.
Encender la llama.
Calmar la sed.
Hasta que volvamos
a escuchar el eco
repetido mil veces
-que nos gusta tanto-
de una puerta que se cierra.
Justo detrás de la nuca.
Y el pasado
Reciente
Palpitante
Desnudo
Se derrama ensuciándonos los talones.

Así iremos
tú y yo
-y no se cuantos más-
Cerrando las puertas
Que siempre queremos abrir.

“Los caminos que nos faltan” Voz de fuego
Mohamed Salem Abdelfatah

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