Tierra

Mis manos surgen de la tierra y se dirigen al cielo, porque mi alma caprichosa quiere atrapar las nubes. Mis dedos tiznan el cielo porque aun conservan en sus surcos el recuerdo de donde partieron.
Manos impacientes que cansadas de soñar, volverán de nuevo a la tierra a construir caminos nuevos.

Ojos nuevos

Esta mañana después de pasar delante de un puesto de sardinas descubrí que tengo ojos nuevos en mis dedos, ojos rojos de sabor salado que ambicionan conocer el mundo. Cada uno tiene vida propia y es tal su inquietud que se mueven continuamente para poder ver en todas direcciones. Sin embargo, algunas veces, es el sensato ojo de la palma de mi mano el que colocándose delante de ellos me observa a mí con mirada inquisidora, obligándome a poner orden a tanta mirada rebelde. Mi tacto de sardina va dejando escamas cuando camino con las palmas de mis manos, que se pegan en las suelas de los zapatos de los que caminan a mi alrededor, haciendo sus pasos de plata con el reflejo del sol. Creo que cuando sienta que mis diez ojos se apagan y mis dedos se van secando, volveré al puesto de sardinas a recuperar la mirada, aunque el ojo de la palma de mi mano solo desee volver tranquilamente a mi cara.

Escarabajo

El escarabajo guerrillero recorrió el camino del abismo, con la esperanza de encontrarse con la libélula de alas azules. Llegado a un punto del camino esperó pacientemente su llegada, porque intuía que si continuaba caminando nunca se encontrarían. De pronto en la oscuridad más negra fue percibiendo el reflejo neon de sus alas y bañado por su luz, cada vez más intensa, pudo llegar hasta ella.

Peces

Reconozco en mí el olor de tus escamas. Confundo tu sabor con el mío. Pegada a tus branquias acompaso mi respiración a la tuya. Nuestros ojos, de un solo rostro, reflejan en sus pupilas brillantes la misma mirada cautiva.

Emanaré agua salada con el roce de tu piel, para que ajenos al mundo, podamos nadar tranquilos.

Manos

Existían tus manos.
Un día el mundo se quedó en silencio;
Los árboles arriba eran hondos y majestuosos,
y nosotros sentíamos bajo nuestra piel
el movimiento de la tierra.

Tus manos fueron suaves en las mías
y sentí al tiempo la gravedad y la luz
y que vivías en mi corazón.

Todo era verdad bajo los árboles,
todo era verdad. Yo comprendía
todas las cosas como se comprende
un fruto con la boca, una luz con los ojos.

Fui ciego
como piedra de cripta hasta que un día
vi en el mundo las manos verdaderas.

No eran las manos sino aquella forma
de estar unidas sin tocarse, como
las hojas en el bosque realizan
algo más grande y más hermoso aún:
una profundidad entre silencio.

Antonio Gamoneda

Lenguas

Lenguas dentadas se dirigen al fruto prohibido, extienden sus tentáculos atraídas por su carne roja. Pegadas a su piel, fundidas con su anatomía, avanzan arracimadas, dejándose envolver por su elixir pegajoso, hasta romper la barrera y alcanzar su apetitoso corazón.

Aroma

Mucha flor con pesar exhala

como un secreto su grato aroma

en las profundas soledades.

Las flores del mal. Baudelaire

Escarabajo y meteorito

SE QUERÍANSe querían.
Sufrían por la luz, labios
azules en la madrugada,
labios saliendo de la noche
dura,
labios partidos, sangre,
¿sangre dónde?
Se querían en un lecho
navío, mitad noche, mitadluz.
Se querían como las flores
a las espinas hondas,
a esa amorosa gema
del amarillo nuevo,
cuando los rostros giran
melancólicamente,
giralunas que brillanrecibiendo aquel beso.
Se querían de noche, cuando
los perros hondos
laten bajo la tierra y los
valles se estiran
como lomos arcaicos que se
sienten repasados:
caricia, seda, mano, luna que llega y toca.
Se querían de amor entre la
madrugada,entre las duras piedras
cerradas de la noche,
duras como los cuerpos
helados por las horas,
duras como los besos dediente a diente sólo.
Se querían de día, playa que
va creciendo,
ondas que por los pies
acarician los muslos,
cuerpos que se levantan de
la tierra y flotando...
se querían de día, sobre el mar, bajo el cielo.
Mediodía perfecto, se
querían tan íntimos,
mar altísimo y joven,
intimidad extensa,
soledad de lo vivo, horizontes remotos
ligados como cuerpos en soledad cantando.
Amando. Se querían como la
luna lúcida,
como ese mar redondo que
se aplica a ese rostro,
dulce eclipse de agua,
mejilla oscurecida,
donde los peces rojos van y vienen sin música.
Día, noche, ponientes,
madrugadas, espacios,
ondas nuevas, antiguas,
fugitivas, perpetuas,
mar o tierra, navío, lecho,
pluma, cristal,
metal, música, labio,
silencio, vegetal,mundo,
quietud, su forma.
Se querían, sabedlo.

Vicente Aleixandre

Realidades

...Ahora deseo parar, deseo dejar de ser.....ahora mi sueño es solo abrir la puerta y encontrarme una inmensa pradera verde en lo alto de una montaña iluminada por un sol de mediodía con las flores de primavera exuberantes......correr... como potro que estuvo mucho tiempo estabulado......deseo mirar para atras y ni siquiera ver la puerta por donde pasé.

Cuando los sueños coinciden, solo queda... edificar realidades.

Granada

Suspendida tu ingravidez del negro abismo, te ofreces a mi como fruta madura para que con los dientes abra la puerta de tu oquedad golosoa. Ocultas tras tu abultada corteza, se arraciman las perlas que contienen el anacarado elixir de tus entrañas y que deseo succionar para alcanzar el paraíso con mi lengua.

*****

La granada,

que guarda los secretos

de sus perlas,

sigue esperando

que pelen

su brillante piel.

La sed es promesa

de líquido

delicioso.

"Te miro" Maram al-Masri

Mirar

A veces me inquieta lo más simple, porque lo miro con ojos nuevos, porque como dice el poeta Federico Gallego en Oficio de Tinieblas:

…Mirar es respirar más allá de la vida.
Poner los ojos sobre el mundo es darle
nuevamente razón de ser.

Seducción

Pasaste a mi lado, al borde del camino y me giré para mirarte. Yo, altanera y preciosa, vestida de blanca seda. Te miré con mis inquietantes pares de ojos amarillos y te hablé con el balanceo sutil del tallo de mis caderas, pero en el mejor momento…me derribó el viento. Efímera seducción que me condujo a la eternidad negra, al acabar sepultada entre las páginas de tu libro preferido de poemas.

Contrastes

Mi piel brillante y pulida necesita de tu rugosidad para no resbalarse y precipitarse al vacío. Tu tosquedad opaca acaricia mi tersura y me clava en la tierra a dentelladas, para hacerme sentir como fruta fresca. Talla ahora mi silueta con tu perfil convexo, te reto a conseguir el rompecabezas perfecto.

Haiku

No tiene nada
mi choza en primavera.
Lo tiene todo
SODO (1641-1716)

Hechizo

Me sonrojo al pensar lo que mis labios quieren de ti, lo que escondo con cierto pudor entre mis pétalos blancos. Deseo contenido de que te asomes a mi, de que te embriagues con mi aroma carnívoro de flor de primavera.
Polen amarillo y dulce que se desborda por mis hojas carnosas cuando sutilmente avanzo hacia ti, dibujando secretamente el camino de vuelta a mi .

Esencia

Flotamos en la negra nada, nos balanceamos lentamente, la gravedad no existe. No necesitamos ojos, porque cuando los teníamos nos acostumbramos a mirar sin ellos y ahora seguimos jugando a adivinar lo que no vemos. El tiempo nos fue desgastando poco a poco hasta dejarnos solamente la esencia y eso es ahora lo que veis.

Torre

Deseo ascender por tu esqueleto vertical para contemplar de cerca el eclipse de luna. Pegada a ti, sin dejar espacio ni al aire, disfrutar de la ascensión hasta llegar a lo más alto, donde el brillo metálico de tu sonrisa me ciegue y pueda abrazarme a las vértebras de tu columna sin sentir el vértigo. Suspenderme de los vientos y bañarme en la luna, provocar un incendio con su luz y escuchar el crepitar del fuego, fundiendo para siempre tu alma de acero con la mía.

Caracoles

Quiero andar con las manos cubiertas de pintura, siguiendo el surco de tus espirales, dibujando con mis pasos huellas intermitentes de color rojo...resbalar por el suave tobogán de tu concha hasta excavar un sendero brillante que me conduzca a la boca del tunel. Una vez allí, de rodillas sobre el suelo negro del abismo, asomarme a tus entrañas pétreas para contemplar como tus restos de babas han formado constelaciones imposibles (porque falta el cielo de estrellas)
Dicen que si te acercas a mi, podré escuchar el mar...

Algodón

Cerrar los ojos, ascender con las yemas de los dedos respirando solo por la piel, reptar con el cuerpo muy pegado al tallo, dejarse llevar solo por el olfato y al notar las cosquillas del algodón, abrir los ojos al blanco, a las caricias pequeñas en los lóbulos de las orejas hasta estornudar.
Cálido abrigo para las noches de invierno y baño de espuma en días de verano, donde la luz del flexo solo consigue veladuras rosas en el blanco sin llegar al rojo, luz de luna.

Rojo y fango

Se puede flotar en el fango y adivinar a las espaldas trozos de cielo azul reflejados en el agua, mirando siempre a las nubes , navegando a merced del viento, siendo una mancha roja sobre el gris oscuro de las piedras.

Raíces

No deseo tu tallo, sino sumergirme en tus raíces, dejar que se vayan entrelazando por mi piel como tus dedos cuando me acarician. No quiero la textura brillante de tus ramas recien lavadas, sino la tierra que todavía percibo en el contacto con las yemas de tus dedos. Porque tus manos me hablan de las simas profundas adonde llegaron con el único impulso de tus brazos, porque tocándolas siento como late la tierra en ellas.

Paraiso

Me tentó el brillo de la amapola y le ofrecí un paraiso al final del camino verde, sensualmente cálido, especial para él, mimetizado con el rojo de su caparazón. Pero le asustó el abismo, el miedo a asomarse, a ver lo que desde alli se podía contemplar. Sin embargo se que disfrutó del instante con absoluta intensidad (porque sus antenas no dejaban de moverse, impacientes por percibirlo todo) antes de volver a su habitación de plástico naranja, con vistas al frio suelo de marmol blanco.

Entre el infinito y el abismo

Esta es una de las imágenes que inician algo que voy gestando poco a poco y con las que pensaba abrir un nuevo blog.
Sin embargo, creo que ellas tienen también su sitio en éste mi infinito rojo, que ahora, tal vez, trato de construir desde lo cercano, tomando como materia prima esa realidad con la que me doy de bruces a diario y que me hace valorar lo que antes me pasaba desapercibido.
Contemplarla no me basta, necesito saborearla, reternerla, capturar su instante en mi caja de paredes negras, para después volver a sentirla transformada en imágenes desnudas, dibujadas siempre sobre un fondo negro, flotando en la nada oscura.
Desnudate, que nada te pese, pierde la sensación de gravedad y adentrate en mi abismo, donde lo insignificante se convertirá en sublime.

He despertado

Tuvo que ser la llegada de la primavera la que me despertase de este letargo, la que me quitase la pereza para poder continuar este blog. Por eso he elegido esta imagen que me cautivó la pasada tarde, del árbol que renace cuajado de tentaciones amarillas, de aromas nuevos alimentados por su savia antigua.